miércoles, 10 de febrero de 2016

Miel Medicina

La miel es una de esas cosas que creo que es puritita magia. Las abejas obreras vuelan kilómetros buscando recolectar néctar de diferentes plantas para llevarlo de vuelta a su construcción perfecta: la colmena. Donde el néctar es procesado y parcialmente deshidratado para transformarlo en miel. Un precioso oro viscoso rico en vitaminas, minerales, enzimas y aminoácidos; con propiedades antibacterianas, anti-inflamatorias, antimicóticas, antivirales, antioxidantes y energizantes.

Existen cientos de distintos tipos de miel. Variando en consistencia, sabor y olor debido a las flores de las que el néctar fue recolectado. A simple vista, puede ir de casi incolora a café oscuro, su aroma puede recordarnos las flores visitadas y puede ser líquida o cristalizada. En general, a mayor intensidad en el color, más complejidad en su sabor.

Te comparto las 4 cosas más importantes para comprar miel de la más alta calidad:

 1.- Cruda (raw): Miel que no ha sido calentada, pasteurizada ni procesada. Por lo que todas sus propiedades medicinales se encuentran intactas.

2.- No filtrada: La miel sin filtrar contiene rastros de polen, probablemente el alimento medicinal más nutritivo. Se ha usado tradicionalmente para promover la longevidad, vitalidad y balance.

3.- Pura: No ha sido rebajada con agua, mezclada con jarabes o endulzantes.

4.- Local: La mejor manera de conocer el producto que consumes es conocer al productor. Entabla una relación, pregunta y aprende todo lo que puedas sobre quién es y cuáles son sus prácticas.


5.- Ecológica: Miel cuyo sistema de producción sea compatible con el medio ambiente. Considera que para que una miel sea orgánica tendría que controlarse el 100% de las flores visitadas por las abejas.

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