domingo, 2 de agosto de 2015

Las semillas

¿Qué son las semillas?   


Las semillas son fuente de vida durmiente, mantienen nuestros ecosistemas y permiten que las plantas que florean perpetúen su ciclo. Además de ser alimento para humanos y otros animales. Las semillas son sagradas, la metáfora perfecta del potencial que tenemos todos para transformarnos constantemente, crecer, compartir, renovarnos y permanecer.

Las semillas contienen un embrión (del bebé que todavía no nace), una cubierta protectora y un itacate de comida y energía que con las condiciones apropiadas alimentará y ayudará a que ese bebé nazca, germine y pueda comenzar a tomar nutrientes del suelo, el aire y  crear su propia energía vital. No quiero ponerme muy técnica y para saber más sobre tipos y partes de la flor y la semilla, hay muchos diagramas e información para googlear.



¿Cómo cosechar  y conservar semillas?

Podemos dividir las semillas en dos grandes categorías: secas y húmedas. Las secas se encuentran normalmente cuando la flor muere, pierde los pétalos o cambia su color (a café o negro) se puede ver el centro o vainas llenas de semillas. Es importante dejar que se sequen en la planta y después para cosecharlas, en un día soleado cortas  la flor o vaina de manera diagonal con unos 15 o 20 cm de tallo y colocarla boca abajo dentro de una bolsa de papel, que puedes colgar en tu cocina o en tu cuarto, realmente en cualquier lugar que no le de sol directo y tenga buena ventilación. Después de un par de semanas ya puedes separar las semillas y guardarlas aisladas de la humedad, a mí me gusta conservarlas en frasquitos de vidrio o sobres con una etiqueta que diga fecha y variedad. Por ejemplo: lechugas, girasoles, caléndulas, cebollas.

Las semillas húmedas son las que encontramos dentro de un fruto, para cosecharlas debemos esperar a que madure en la planta. Es difícil explicar el momento en el que cosecho mis frutas para semillas, simplemente se sienten listas en el momento en el que van a pasar de muy maduras a empezar a echarse a perder. Se abre el fruto y hay que lavar las semillas, incluso a veces hay que dejarlas sumergidas en agua para que puedan separarse del mucílago que las cubre (esa gelatinita que rodea a las semillas de jitomate por ejemplo), y luego secarlas en un papel absorbente por una semana en un lugar con buena ventilación y sin sol directo, para después guardarlas de la misma manera que las semillas secas.  Algunos ejemplos: calabazas, pepinos, tomates, pimientos.


Pero si aún no están en el huerto, a empezar con frutas o verduras orgánicas de la tienda o el mercado y a la tierra.

<3

No hay comentarios.:

Publicar un comentario